domingo, 22 de julio de 2012

CHÁVEZ YA PERDIÓ


Chávez ya perdió, independientemente de lo que digan las encuestas y el Oficialismo. 

Ya le hemos ganado elecciones a Chávez. Con ese mismo CNE le dijimos que No a su proposición de Reforma a la Constitución. Esto con una oposición sin liderazgo, no tan unida ni organizada y con un Chávez mucho más fuerte y un país menos deteriorado y sin embargo, a pesar de eso, ganamos.
 Aun recuerdo a Chávez histérico en la TV gritando que la nuestra era: “una victoria de mierda". Claro que él a través de Decretos hace las cosas que la decisión de la mayoría de los Venezolanos dijeron que no debían hacerse. 
Pero el hecho es que ganamos las elecciones y eso nos dará el margen legal y ético necesario para revertir todo decreto anticonstitucional instaurado.

También ganamos las Gobernaciones de Zulia, Miranda, Carabobo, Lara, Táchira y Nueve Esparta, la Alcaldía Mayor de Caracas y cientos de Alcaldías en todo el País. Y no dejo de recalcar que esos triunfos han sido con ese CNE y con una oposición mucho más débil en número, desorganizada y desunida en comparación a que quienes hoy conformamos la unidad que nos oponemos al régimen.


También ganamos y obligamos a que nos reconocieran una mayoría de votos para la Asamblea, aunque explicablemente, con un Gobierno tramposo terminamos con menos diputados.

En relación a la última elección de la Asamblea, en la cual el muy rojo rojito CNE se vio obligado a reconocer que la oposición sacó 52% de los votos contra el 48% del Chavismo, a pesar que se alegue que no fue una elección Presidencial, si fue una elección plebiscitaria ya que Chávez hizo campaña por todos sus candidatos, la mayoría de ellos mediocres desconocidos, y la misma polarización del país convirtió esa elección entre los que apoyan a Chávez y los que queremos salir de él.

Las otras preguntas que debemos hacernos son: ¿la situación del país no ha empeorado sustancialmente desde esa elección?, ¿los niveles de inseguridad personal y jurídica no han subido?, ¿la inflación o escasez, sobre todo en el rubro alimentación y medicinas no se ha desbordado?, ¿los vergonzosos escándalos como los del Coronel y Magistrado Aponte Aponte no han desilusionado a los Chavistas honestos que aun hay en sus filas?, ¿los apagones, cada vez más frecuentes en todo el interior del país no influyen en la intención del voto?, ¿la “regaladera” de dinero y petróleo a Cuba, Nicaragua, Bolivia y otros países chulos no es ya vox populi?
¿El fulano “chip” para poder echar gasolina, ya que el Gobierno no es capaz de resguardar las fronteras, no terminó de liquidarlo en Zulia, Táchira y por acción solidaria en toda Venezuela? En fin, creo sin embargo, que la pregunta más importante que debemos hacernos, ante esta andanada de encuestas, opiniones y temores que dan a Chávez como ganador, es si creemos que nuestro pueblo llano es tan imbécil y además masoquista como para seguir apoyando a quien sólo le llena los oídos de promesas, el corazón de odio y los bolsillos de mendrugos…

Hoy, con un Chávez rondando los 60, enfermo, no sé a que nivel, pero por su aspecto, la pérdida de pelo que es distinta a una cabeza totalmente recién afeitada, la hinchazón de la cabeza y las facciones, en fin, como no sea que su pana el “socialista” Sean Penn, le haya conseguido al mejor maquillador del mundo; es claro que Chávez es un hombre enfermo.
 Su conducta también delata su condición: Ese hombre bueno y sano, la única forma de mantenerlo lejos de una cámara es poniéndole una chaqueta de fuerza y altas dosis de Largactil, Diazepan y Fenobarbital. Pero sano o no ya perdió.
El país con las Fuerzas Armadas incluidas, no es masoquista. Podemos, más veces de las que a mi me gustaría, portarnos como imbéciles, habíamos llegado a un nivel tal, como colectivo, que las elecciones para elegir a quien nos conduciría al Siglo XXI se lucharon entre: Una “Barbie” con grandes conexiones internacionales, pues fue Miss Universo, lo que cubriría una potencial llegada de “Aliens". Seguramente que nombraría a Osmel Sousa como Ministro de Cultura y diseñador de los uniformes de los servidores públicos bajo su gobierno.
 También competía el “líder Alfaro Acero” quien eliminaría ese inútil Ministerio de Cultura pues él, como un Piñerua cualquiera, también era autodidacta. Compitió también un Gobernador que se dejó padrotear por el capataz que manotearía luego al país, quedando bautizado para siempre con el agrícola sobrenombre de “Frijolito". 
Por último teníamos al “héroe del Museo Militar”; un Teniente Coronel que no había aprobado el curso de Estado Mayor Conjunto, (creo que se llama) pero que era un buen pitcher zurdo con especialidad en la “rabo’e'cochino", además contaba con amplia experiencia administrativa de la cantina de uno de los cuarteles en los que sirvió. Había fracasado en un sangriento intento de golpe el 4 de febrero del 92 y respaldado el también fracasado golpe del 27 de noviembre del mismo año. Esto contra un gobierno democrático de elección popular.

Pero a pesar de este prontuario, que no currículo, y después de haber dejado ver su dulce y conciliador temperamento, como cuando durante la campaña electoral para ganar esas primeras elecciones, ofrecía “freír las cabezas de adecos y copeyanos en aceite hirviendo", claro que tendría la compasión como para hacérselas cortar antes y no convertirlos en langostas humanas metiéndoles la cabeza en aceite hirviendo en lugar de agua.
Pues bien, a pesar de todos esos pesares, el “pueblo que nunca se equivoca” y el no tan pueblo pues gente como Miguel H. Otero, Carmen Ramia primera encargada de la Oficina Central de Información (creo que se llamaba así) en el Gobierno del Teniente-Coronel. El ilustre Doctor Mayz Vallenilla, Angela Sago y su sometido marido, el “ahora bueno” Gordo Escarrá. En fin la lista de quienes lo apoyaron y ayudaron a llegar a la Presidencia es larga y vergonzosa.
Pero creo que por fin aprendimos la lección: “errar es de humanos, de sabios deshacer los errores”. 
Por todo esto, Chávez ya perdió.

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